Negocian envíos a Europa de vinos premium con tasa cero

Negocian envíos a Europa de vinos premium con tasa cero

Negociadores esperan que se pueda firmar el tratado el 21 de diciembre. Además buscan ratificar cupo extra de 10 mil toneladas para el ajo.

Los líderes del Mercosur apuran, después de más de una década de idas y vueltas, la firma de un primer acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, y Argentina (y Mendoza en particular) es protagonista.

En ese tren, la provincia analizó en el último año 700 posiciones arancelarias en general, y vuelve a la carga, vía Cancillería y Ministerio de Agroindustria, con varios planteos durante la cumbre de la OMC en Buenos Aires que encabezó el presidente Mauricio Macri.

La provincia plantea salvaguardar al sector metalmecánico, liberalizar el ingreso de ciruela desecada, pera y manzana, y confirmar un cupo extra para ajo de 10 mil toneladas propuesto por UE.

“En base a ese reconocimiento de productos, se hizo una presentación a Cancillería y Agroindustria que abarcó productos netamente ofensivos, que son aquellos que Mendoza le interesa colocar en la UE y para los cuales se aspira a dejar de pagar arancel de importación, otros defensivos o susceptibles de protección y algunos que pueden considerarse negociables. A lo largo del año la lista se ha ido actualizando”, explicó Nicolás Piazza, responsable de Negociaciones Internacionales de ProMendoza.

Terminada la cumbre de la OMC, los representantes mendocinos fueron convocados a una reunión el lunes 18 en Buenos Aires. Allí, se prevé, pasarán en limpio los resultados de los últimos días.

Vinos

A la discusión sobre las Indicaciones Geográficas (IG) y las Denominaciones de Origen (DOC), ayer se sumó un nuevo round.

Es que la UE sólo estaría dispuesta a recibir vinos Premium argentinos con arancel 0 y viceversa, aunque no se pudo saber cuál sería el precio FOB de referencia para estos envíos.

La noticia es esperanzadora para el sector, que aspira a colocar productos con mucho valor agregado en el exterior, que generan marca y dan prestigio al país.

El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, dijo en rueda de prensa que las negociaciones están “dentro de lo esperado”, ya ingresando en los detalles finales, por lo que el gobierno de Mauricio Macri es “optimista sobre tener pronto un acuerdo”.

Cabe recordar que a las 145 «oposiciones» (reparos por el uso de Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen) presentadas por la UE, Argentina hizo lo suyo con casi 40 que incluyen algunas marcas con décadas en el mercado.

Al respecto, Piazza calificó como «muy agresiva» la estrategia europea de defensa en cuanto a sus IGs y DOCs. En total, el Viejo Continente presentó un listado de 348 IG, de las que 145 son vinos, y por ahora solamente 78 presentan conflictos.

Mercosur, en tanto, pidió por 236 IG. Algo más del 40% del listado corresponde a vinos argentinos, y la estrategia del país en el marco del bloque, sin resultados aún, es el de la «coexistencia», o, en el peor de los casos, el de la prelación o antigüedad de uso.

“Se viene haciendo un buen trabajo junto al INV, pero lo concreto es que marcas e Indicaciones Geográficas pueden convivir si las partes interesadas lo aceptan. Incluso haciendo la salvedad de posibles conflictos”, resumió Piazza.

Según explicaron ayer en Buenos Aires, una vez que se firme el acuerdo de libre comercio, la Argentina podrá exportar vinos baratos a Europa sin pagar aranceles, pero el viejo continente también tendrá los puertos argentinos abiertos para recibir sus productos vitivinícolas, algo que genera dudas en el sector.

Ajo

Actualmente cuenta con un cupo de 19 mil toneladas. De acuerdo a la última oferta europea, podría sumar un extra de otras 10 mil.

El grueso es ajo de Mendoza que cuenta con saldos exportables de cierta calidad, pero desde el sector advierten que, más allá de la expectativa por recuperar un mercado perdido, tampoco será fácil.

Es que la cuota actual sólo puede aprovecharse en un 60%. Por eso, apuestan más como salida a dejar de pagar un arancel de 9,6% “ad-valorem” la tonelada (por encima del cupo, suma 120 euros cada 10 kilos extra) que a tener mayor margen de venta en volumen.

“Nos han hecho las consultas pertinentes, y estamos a la expectativa de que se pueda mejorar con una desgravación impositiva. Esto para Mendoza sería muy importante para volver a un mercado perdido por falta de competitividad, diversificar y reducir la Brasil-dependencia”, analizó Guillermo San Martín, gerente de Asocam.

En la última temporada, el sector ajero mendocino colocó 8,9 millones de cajas (de 5 kilos) en Brasil y facturó más de u$s 159,3 millones. Comparativamente, los envíos al Viejo Continente, que empiezan su primer ciclo de diciembre a febrero, representan apenas 18%, lejos del 50% de 2009.

Ciruela desecada

Es otro producto exportable que, como el ajo, paga 9,6% de arancel de ingreso y por el que Promendoza formalizó recientemente un pedido de desgravación.

“Claramente quita competitividad frente a Chile, y sus acuerdos de libre comercio con 97% del PBI mundial”, analizó Piazza.

Para la negociación interbloques pesa que Francia es el principal productor europeo. Por eso, la UE propone como moneda de cambio aplicar un cupo a contra estación, al que falta ponerle número.

Pero ¿sería un buen plan B si no se obtiene arancel 0?. “Lo ideal sería no pagar arancel para poder competir con la ciruela chilena, que tiene mayores ventajas. Pero es un tema difícil de lograr, con lo cual indudablemente un cupo puede ayudar para poder vender”, consideró Rubén Cano, de la Asociación de Productores y Exportadores de Ciruela de Mendoza.

Peras y manzanas

Mendoza integra un frente común con el Alto Valle del Río Negro, principal zona productora-exportadora del país y que coloca en Europa unas 240 mil toneladas.

Ambas regiones, aunque supieron tener mejores épocas y superar el millón de toneladas cosechadas, aspiran a eliminar el actual gravamen (0,23 euro por kilo más un arancel movible) para mejorar la performance de variedades como la pera Williams o Packam en contra estación, cuando Bélgica e Italia ya comercializaron su producción.

Es otro de los capítulos que no parece de fácil resolución. Aquí también la UE contraataca con un cupo extra, a partir de un precio de referencia como umbral tanto para pera como para manzana, algo que no convence del todo a los exportadores por un argumento concreto: la caja por 19 kilos de fruta argentina es alrededor de u$s 4 más cara que la chilena, su principal contrincante, y solamente ingresar sin impuestos podría equiparar condiciones.

“En nuestra situación de falta de competitividad, no nos sirve como regiones productoras aumentar el cupo. Significa que ese sobreprecio pagado por estacionalidad se va a trasladar igual a ese volumen extra, por lo cual creemos que Argentina debe seguir peleando para eliminarlo a pesar de que aún así es difícil competir por nuestros altos costos”, resumió Raúl Aruani, gerente de Asociación de Productores y Exportadores de Fruta Fresca, que plantea la necesidad de modificar factores macroeconómicos para que un acuerdo sea una ventaja comercial.

Durazno enlatado

El caso de las conservas atraviesa una situación particular. Por ahora, se mantienen fuera de la oferta de bienes a negociar, y además la UE tampoco lo ha planteado.

La vigencia del AEC (Arancel Externo Común) que tuvo su germen en el ingreso de durazno griego subsidiado, y hoy asciende al 35% del valor, ahuyenta la posibilidad de que sume a la discusión bilateral dado que aparece muy difícil desactivar y así allanar el camino a los exportadores del Viejo Continente.

Cómo será el tratado

En la Cancillería Argentina se reunieron este martes los ministros del bloque regional para formalizar la propuesta que entregarán a los comisarios de la UE de Comercio.

El objetivo es pulir las diferencias para la propuesta final: el principal escollo son los plazos para la desgravación de cada uno de los productos.

El Mercosur propone un camino gradual de 15 años hasta la desgravación total, pero la UE no está dispuesta a aceptar más de 10 años, según pudo saber Los Andes.

La UE acepto el ingreso de “cientos de miles de toneladas métricas” al año de carne, etanol, azúcar y frutas cítricas a las cuatro naciones, por lo que el Mercosur debería autorizar el ingreso de los productos ofrecidos por Europa, como el vino.