Si bien la mejora fue leve, según los especialistas podría ser el punto de partida para una recuperación más significativa.
Un informe de Fundación Ideal presentado el año pasado demostró que entre 2007 y 2016 dejaron de exportar 188 empresas de Mendoza, según datos de Aduana.
En el primer año tomado como referencia había 741 firmas que enviaban sus productos al exterior, pero el número fue cayendo a lo largo de los años.
En 2010, por ejemplo, ya eran 691 las empresas exportadoras. Luego hubo una pequeña mejora en 2012 (706 exportadores), pero el balance siguió cayendo en 2014 (556) y 2016 (553).
Apoyándose en datos de Aduana, Fundación ProMendoza confirmó los datos recopilados por Fundación Ideal y le dio continuidad a la serie estadística.
El organismo identificó a 573 empresas mendocinas que hicieron exportaciones durante el 2017, lo que significó un crecimiento de 20 firmas con relación al 2016.
También hubo recuperación en la variedad de productos exportados. De acuerdo al informe de Fundación Ideal, en 2007 Mendoza enviaba al exterior 741 artículos diferentes, pero en 2016 sólo se contabilizaban 573 productos, lo que da como resultado una baja de 329 unidades.
Sin embargo, en 2017 la situación comenzó a revertirse, y de acuerdo al informe de ProMendoza, la provincia logró colocar 773 productos diferentes en el exterior.
Manda el mercado
La leve recuperación en la cantidad de empresas mendocinas exportadoras coincide con el tímido repunte conseguido por la provincia en sus envíos al exterior, tanto en valor como en volumen.
Repasando nuevamente el balance de exportadores activos, se observa que en el período 2012-2016 dejaron de exportar 133 empresas y en el 2017 se sumaron 20 compañías nuevas. Idéntico fue el comportamiento de las exportaciones, que primero cayeron en picada y el año pasado volvieron a crecer.
Según datos publicados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), en 2012 Mendoza exportó 1.242 millones de kilogramos netos por un valor total de U$S 1.836,5 millones FOB (valor de la mercadería puesta en destino).
En 2014, año en que se registraron 150 empresas exportadoras menos que en 2012, los envíos de Mendoza al exterior fueron de 765,4 millones de kilogramos netos y U$S 1.371 millones FOB, lo que significó una impresionante caída del 38% en volumen y del 25% en valor en comparación al 2012.
En 2016 hubo “una de cal y una de arena”. Los envíos de la provincia al exterior alcanzaron los 834,2 millones de kilogramos netos, registrando una mejora del 9% respecto al 2014, pero sumaron un valor de U$S 1.275,8 millones FOB (7% menos que dos años atrás). Ese año el número de empresas exportadoras fue prácticamente el mismo que en 2014 (sólo se registraron tres exportadores menos).
En 2017 ocurrió lo contrario. Cayó 7% el volumen de exportaciones con relación al 2016 (se contabilizaron 775,1 millones de kilogramos netos) pero mejoraron en valor, alcanzando U$S 1.336,7 millones FOB. Según economistas consultados, esa recuperación en valor fue la que permitió que por primera vez en cinco años creciera la cantidad de empresas exportadoras.
De todas formas, si se hace un análisis de lo acontecido en los últimos diez años (2007 a 2017) se observa con claridad que Mendoza está aún muy lejos de recuperar la presencia que tenía en el mundo hace una década. En ese período la provincia perdió 168 empresas exportadoras y sus envíos al exterior se redujeron 27% en valor y 38% en volumen.
Cambio de escenario
La recuperación en el número de empresas exportadoras tiene que ver con un cambio de escenario económico importante. Si bien en la actualidad persisten muchos de los problemas que hace algunos años comprometieron al sector exportador mendocino, hay algunas variables económicas que han cambiado y presentan un panorama diferente.
Fernando Urdániz, gerente de ProMendoza, se refirió a ese cambio de escenario. “Durante la presidencia de Cristina Kirchner el comercio exterior estaba casi vedado. Eso, sumado a la pérdida de competitividad, llevó a que muchas empresas dejaran de exportar. El Gobierno actual, en cambio, abrió un poco la economía, lo que favoreció las exportaciones. Por supuesto que eso también repercutió en un incremento de las importaciones. Cuando un país se abre al mercado todo el mundo quiere venderle, pero no todos quieren comprarle”, comentó.
“Otro cambio significativo es que ahora no hay cepo al dólar. Antes teníamos problemas en girar dólares al exterior, lo que nos hacía perder tiempo y perjudicaba nuestra imagen”, continuó Urdániz.
“En lo que respecta a precios, hay que destacar que con el Gobierno anterior ya teníamos inflación de dos cifras. En ese punto la situación no ha cambiado tanto. El error del Gobierno actual fue hablar de objetivos demasiado ambiciosos que hoy no se están cumpliendo”, indicó.
También dejó su opinión el doctor en economía Pablo Salvador. “La baja de las exportaciones y de la cantidad de empresas que envían sus productos al exterior se debió en parte a que entre el 2001 y el 2015 la presión fiscal y tributaria pasó de 20 a 34 puntos del PBI. Eso nos encareció como país”, apuntó.
“Por otro lado, tuvimos una inflación promedio de 25% anual y los costos laborales no salariales subieron entre 38 y 40%. Además, las retenciones y las restricciones para exportar desincentivaron los envíos al exterior. En 2016 el escenario empezó a tener algunos cambios favorables, como bajas de impuestos, pero al mismo tiempo la inflación aumentó del 25% promedio anual a un 40%”, sostuvo
Rodrigo González, economista de Fundación Ideal, coincidió respecto a que la retracción del sector exportador entre 2007 y 2015 se debió a “una pérdida sistemática en la competitividad, lo que llevó a caídas en los volúmenes exportados y condujo a una mayor concentración de empresas con negocios internacionales”.
“Otro punto clave fue el cepo cambiario. Fue algo muy nocivo para las exportaciones, pero con la salida del cepo en 2016, la situación comenzó a mejorar”, apuntó.
El economista Andrés Koleda también reconoció al cierre comercial argentino como uno de los factores fundamentales a la hora de explicar la fuerte caída en la cantidad de empresas exportadoras.
“En esta situación se conjugan factores internos y externos. En los internos, la caída de las exportaciones se explica por la política económica orientada a la producción nacional, pero con las restricciones que imponían a las importaciones recibían como respuesta restricciones a las exportaciones nuestras. También aparece el tema de las retenciones. El impuesto a las exportaciones tuvieron un efecto negativo”, explicó el experto.
“En 2015, la salida del cepo y la eliminación de casi todas las retenciones a las exportaciones favorecieron a las mismas, dándoles competitividad.
Los resultados no se dieron inmediatamente porque muchas veces las respuestas no son inmediatas. Cuando se tomó esta decisión, las empresas tuvieron que reacomodar su ritmo de producción y sus relaciones con el exterior”, agregó el experto.
En tanto, Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, opinó que el escenario de caída fue provocado por la falta de política económica de apoyo. “Hubo retenciones, paridad cambiaria baja y aumento de presión tributaria. Fue un castigo a las economías regionales que duró hasta 2015. A partir de 2016, cuando se actualizó el tipo de cambio y se modificaron los reintegros a las exportaciones el panorama comenzó a mejorar”, comentó.
Continuando con su análisis, Carra señaló que el Gobierno anterior atacaba al agregado de mano de obra. “Convenía más sacar un producto a granel que uno con valor agregado. El litro de vino, por ejemplo, pagaba una retención del 5%, pero si lo embotellabas, ese mismo vino pagaba entre 10% y 12%”, lamentó.
Perspectivas para 2018
Si bien aún no hay datos disponibles respecto al número de empresas que se encuentran exportando este año, desde ProMendoza adelantaron que “la tendencia es de crecimiento, considerando los resultados de las exportaciones de la provincia en el primer trimestre de este año”.
Según estadísticas del organismo, los envíos de la provincia al exterior crecieron 2% en valor y 5% en volumen en los primeros tres meses de 2018, en comparación con igual periodo de 2017. De mantenerse la misma tendencia, la cantidad de empresas exportadoras podría seguir creciendo. Claro que eso no será fácil, teniendo en cuenta la incertidumbre económica que se gestó en las últimas semanas.
“El escenario nacional e internacional son complejos. El tipo de cambio hoy es favorable para la exportación, pero hay miedo de que el aumento del dólar se traslade a costos internos”, opinó Fernando Urdániz.
“De todas maneras, creo que a la larga este año puede terminar bien, siempre y cuando se acomoden un poco las variables de tipo de cambio e inflación”, concluyó.
Mario Bustos Carra, de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, consideró que, si se logra estabilizar un poco la situación política, tal vez mejoren las perspectivas económicas. “Este Gobierno ya hizo un esfuerzo y lo va a seguir haciendo, porque es necesario que crezca el ingreso de divisas y que se generen mejoras en las exportaciones”, expresó.
Se mostró optimista Pablo Salvador. “En el último mes el tipo de cambio real multilateral mejoró 10%, con lo cual estamos mejor en términos competitivos. Ahora lo que hay que ver es cuánto de esa mejora en la competitividad o aumento de tipo de cambio se trasladará a los precios. También hay que ver qué pasa en el dólar a nivel internacional”, indicó.